Sigo con la publicación de las cartas que destacados artistas escriben en respuesta a un supuesto joven artista que les pide consejo. Son la traducción que Nuria Armengol, con la revisión de Victoria Morera, hemos hecho del libro "Letters to a young artist".
En Cartas a un joven artista, capítulo I, leímos la carta de Gregory Amenoff que empezaba gritando: "LOS ARTISTAS DIRIGEN LA ORQUESTA", y en este capítulo II seguimos con la carta de Jo Baer donde dice que "las torres de marfil solo son buenas para (...) menopáusicos de ambos sexos".
JO BAER
Querido Joven Artista:
¿Participar en el mundo del arte puede dañar tu “integridad” y “libertad de pensamiento”? Tonterías. Sólo tú, por ti mismo, puedes hacer eso.
Además, cualquiera que use la palabra “contaminado” respecto al mundo del arte debería crecer o contentarse con unas producciones de nivel amateur. Si pretendes hacer una obra que los demás disfruten o aprecien, el mundo del arte (comercial) será una parte importante de tu universo: el mejor arte debe estar siempre basado en su realidad contemporánea tanto en su producción como en su distribución. Las torres de marfil solo son buenas para los muy jóvenes, los menopáusicos de ambos sexos, o los insatisfechos o disgustados. El mejor arte raramente reside ahí.
Existen muchas oportunidades para que los jóvenes expongan en galerías porque su obra es barata y por lo tanto es fácil invertir en ella. Si una galería buena se interesa por ti desde el principio, la única razón verdadera para eludir exponer es el riesgo de que el éxito temprano te obligue a mantener una praxis que funciona (es decir, que vende). Esta podría utilizarse como punto de referencia y limitar, si tú lo permites, evoluciones posteriores de tu obra. Pero no hay nada malo en esto, se trata de un patrón común a la mayor parte del mundo artístico.
Por otro lado, emplear cierto tiempo para conocerte a ti mismo no te llevará mucho más lejos que descubrir lo que te gusta o disgusta. El mejor arte no se basa en el ser, sino en lo que es importante imaginar y en cómo articularlo convincentemente. Si, con todo, de verdad quieres “tiempo para desarrollar un verdadero sentido de ti mismo”, te aconsejaría que pasaras una temporada fuera del mundo del arte, viajando y trabajando en el extranjero para saber cómo piensa otra gente o quizá estudiando en la universidad (o ambas cosas). El mundo del arte no se irá. Siempre podrás volver a él.
En mi caso, mis estudios universitarios precedieron a mi dedicación al arte y siempre he valorado lo que aprendí allí ya que fué decisivo para mí más adelante, a la hora de evaluar y decidir las trayectorias de mi obra. Conocer bien el mundo y cómo funcionan las cosas a largo plazo, es mucho más útil que exponer en las galerías.
Te deseo buena suerte iluminando la “sublime e invisible montaña“ de tu futura carrera (¿una cita de Rilke, quizás?)
Sinceramente,
(firma tachada- la producción en serie puede resultar perjudicial)
Jo Baer
Amsterdam
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